‘Doctor, tómese un café conmigo’… Cuando me enamoré de Iron Man con bata blanca

Louise Lane se enamoró del sexy y aguerrido Superman… Mary Jean cayó redondita en las redes de Spiderman… Gatúbela, pese a sus reflejos felinos y gran intelecto, adoraba al depresivo, loco, raro e intrigante Batman… Vesper y las otras chicas Bond se derretían por el dinámico James… Y así… cada superhéroe tiene su eterna enamorada.

Bellas mujeres que, pese a su independencia, autonomía, poderes femeninos, sexto sentido y demás… tienen un punto en común que las vuelve vulnerables ante sus adorados hombres: todas ellas ven en sus respectivos terroncitos de azúcar a un héroe que les salvó la vida. A ese ser que les llegó a salvar la piel en una o más ocasiones. Ese hombre viril y protector para lo que nada es imposible. Ese modelo «ideal». Y además, esas onditas del misterio, la química y las feromonas, juegan un papel realmente importante a la hora de la idealización, la cual no es propiedad exclusiva de cómics o películas de Marvel.

No, queridos. En la vida real existen muchas historias en las que se vive el efecto del «charming» del Superhéroe sobre la bella y guapa chica. ¡Les juro! Ésta no tiene que ser la típica protagonista de telenovela mexicana o venezolana… ¡En serio! Las mujeres profesionistas y profesionales que formamos parte de la vida activa, nos lucimos en tacones por la calle y nos sentimos poderosas al sacar los billetes (o la Amex… American Express… #toing!) para pagar ese fabuloso par de zapatos o esa cena entre amigas… Nosotras, quienes presumimos independencia y criticamos a las princesas de Disney (en mi caso no, al contrario, Disney y las princesas de sus cuentos me acompañaron durante mi niñez, y no me da vergüenza decirlo), nosotras, quienes conducimos solas en ciudades de alto riesgo, quienes reclamamos equidad y un largo etcétera… En fin, nosotras… Caemos, señoritas. Les juro… Caemos. Al menos, una vez… O un par de veces (hay quienes han caído decenas de veces), hemos caído, en las manos de un superhéroe, quien se convierte en nuestro ídolo, nuestro salvador y hasta amor platónico…

Sí. Lo confieso. A mí me pasó. Yo tuve un superhéroe y un enamoramiento y hasta idolatría  que duró algunas semanas… ¿Quién era mi superhéroe? El doctor que me extirpó el apéndice… #ploc Aunque no lo crean… El doctor que me operó del apéndice se convirtió en mi superhéroe… Ya era un súper héroe… Y eso que no existía aún el Covid-19. Aquí les cuento la historia:

Era el año 2013, enero justititoto…  Yo estaba en la ciudad de México, tranquila (bueno, con la adrenalina y la chispa que siempre me acompañan), trabajando. En ese tiempo trabajaba para la sociedad Yahoo! en Español, como editora en jefa de la sección de moda y editora de soft news (actualmente, sigo escribiendo para Expansión con quienes fueron mis colégas de Yahoo!, desde Francia…  Me encanta. Sorry, no podía dejar de hacer mención).

Bueno, pues era justo la mañana de la segunda semana de enero, chic@s.  Muy, muy temprano. Y yo, enfundada en un vestido muy ejecutivo en color borgogne,  con escote de infarto y tacones en color borgogne con filos dorados… Y agarrándome del chongo con una mujer en Starbucks (donde pasaba de vez en cuando por mi capuccino pecador antes de ir a la oficina)… ¿El motivo? La persona había tratado de meter la mano en mi bolso… En fin… Le dije unas cuantas cosas a la mujer, tomé mi café que ya estaba listo (y adicionado con vainilla… Yomiii) y seguí mi camino… Al salir de Starbucks y dirigirme caminando a la oficina, la cual quedaba a 4 calles de la cafetería… Comencé a sentir un dolor en el estómago que no era TE-RRI-BLE, sino lo que le sigue. Y no era precisamente el estómago, sino casi al final de lado derecho… Apenas di el primer sorbo a mi café y ¡no bueeenooo! Parecía que me habían dado un golpe con un resorte… Empecé a transpirar en frío… ¡Horrible, chic@s! Así, cañón.

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Dieta de emergencia: a perder peso pese al encierro

Hola, sexis. ¿Cómo están? ¿Cómo les ha ido en esta época de Covid? De todo corazón espero que muy, muy bien. Espero que hayan logrado borrar la pancita que dejó el confinamiento y que sigan luciendo como todas unas divas que son.

Y es que a todas las mujeres nos gusta lucir delgadas y con un cuerpo tonificado. Y a la que no, que aviente la primera cartera.

Estoy casi segura que todas han realizado alguna dieta de reducción o tratamiento para eliminar esos molestos kilitos extras.  Y estoy segura que la mayoría, con mucha disciplina y dedicación, lo ha logrado.

Sin embargo, hay ocasiones en las que nuestro cuerpo se bloquea. Por más dieta que hagamos, más ejercicio, más sacrificios, no bajamos ni un gramos. Y es más, hasta subimos. Y ahora que estamos en un contexto sanitario sumamente delicado, un contexto social casi imposible en el que los gmnasios y piscinas están cerradas, en el que en países como Francia hay toque de queda 🙁 Aïe!!! 

Les confieso que justo hace unos meses pasé por esta situación. El encierro y el estrés me hicieron ganar peso ¡Y no podía perderlos! ¡Es horrible! Hacer dietas, hacer ejercicios, privarse de un buen cóctel. Seguir la dieta al pie de la letra y todo para que el día de la cita médica, me subiera a la báscula y ¡pum! La báscula marcara el mismo peso o hasta más de lo que pesaba antes de iniciar la dieta.

Les juro, chic@s. ¡Yo lloraba! ¿En serio! ¡Lloraba! No podía creer que tanto esfuerzo no valiera la pena. Fue cuando mi médico, el doctor Ricardo Pineda Rementeria, director y Fundador del Centro de Nutrición Humana y Recuperación Biológica,comenzó a interrogarme sobre mi estilo de vida. Todo vía Visio… #ploc!

El doctor se dio cuenta que yo vivía en el estrés. Siempre estaba preocupada por cumplir la dieta al pie de la letra, estresada por todo, angustiada… Mi cuerpo era un manojo de nervios… ¡Era el estrés lo que no me permitía bajar! Además, llevaba ya varios meses tomando un quemador de grasa que me habían recomendado en el gym… ¡Horror! Lejos de quemar la grasa, la pastilla (que estaba cargada de vitaminas, minerales y ¡cochinadas!) hacía que yo acumulara energías, mismas que se convertían en grasa… ¡No, bueno! Estaba estancada. ¿Por qué? Por no relajarme, por comer con culpa, por tomar complementos que no necesitaba… Y lo peor, no bajaba porque mi cuerpo ya se había cansado de hacer dieta.

Entonces, el doctor Ricardo me sometió a una desintoxicación iónica a través de lo pies.

La desintoxicación iónica es una técnica que está basada en la teoría de electrólisis, este proceso rompe las moléculas del agua en miles de iones, básicamente se genera un micro campo eléctrico en el agua. Así, el organismo inicia una depuración de las toxinas acumuladas  al exterior del cuerpo, son estas toxinas y su acumulación  las que determinan en qué color se tornará el agua. Les juro, chic@s, el agua parecía lodo. Había muchísimas toxinas acumuladas en mi cuerpo. (Para más información sobre esta técnica, les recomiendo acudir a consulta con el doctor Ricardo, hagan clic).

Después de la desintoxicación, mi médico me dio una dieta que engañaría a mi cuerpo. Es decir, le daría de todo un poco, ¡hasta carbohidratos! ¿Con qué fin? Con la finalidad de tener una reserva para que el cuerpo se sirviera, en vez de acumular y acumular. Mejor les comparto la dieta…

Eso sí, chic@s, les aclaro que antes de realizar cualquier plan de reducción, deben consultar a su médico. Yo les comparto mi experiencia, pero NO soy médico. Consulten antes, por favor. Ahora sí, aquí vamos:

 

Desayuno:

Un plato de frutas

Una ensalada de verduras al gusto

Un plato de arroz con frijoles (sí, así como lo leen)

Una gelatina light

Agua, té, café al gusto

 

Comida: 

Sopa de verduras o un caldo de lentejas, alubias o frijoles

Un plato de soya, o de gluten, o de flor de calabaza, o de champiñones o de huitlacoche

Un plato de arroz con frijoles

Una tortilla

Una fruta

Una gelatina light

Agua, té o café al gusto

 

Cena: 

Una ensalada de verduras al gusto

Un plato de arroz con frijoles

Una gelatina light

Agua, té, café al gusto

 

Nota:puede cocinar con 1 cucharadita de aceite de maíz, girasol, oliva y semilla de uva.

Ración de frutas: son todas las frutas que existen en México, incluyendo pasas, dátiles y ciruela pasa (en total 4 al día).

ALIMENTOS PROHIBIDOS: Todos los productos de origen animal como carne, lácteos, queso, crema, yogur y jocoque), PAN, cereales, ALCOHOL, azúcar, miel, endulcolorantes artificiales.

Chic@s, cuando leí la dieta, yo también me asuste. ¿Arroz, frijoles, tortillas, frutas y frutas? Sin embargo, si ponemos atención, no hay lácteos, ni azúcar, ni carne, ni grasas en la dieta.

No me lo van a creer: ¡perdí 3 kilos en dos semanas!

Y una vez que pasaron esas dos semanas (15 días), el doctor me cambió la dieta, la cual ya incluía nuevos alimentos y restricciones. Y fue así como logró estabilizarme y acabar con ese “estancamiento” en mi peso.

Les juro, desde esa ocasión, nunca he vuelto a subir de peso como aquella vez. Me mantengo delgada, y puedo presumir que tengo una figura envidiable.

Todo está en seguir las indicaciones de un especialista, NO DEJAR EL EJERCICIO y NO ESTRESARSE: ¿Se animan a adelgazar?

¡Recuerden consultar a un médico antes de realizar cualquier régimen de reducción!

¡Besos y cerezas!

@palomalopez.life

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El hombre que usaba calzones guindas

Cuando somos adolescentes hacemos cosas realmente locas y divertidas. Más si creemos estar enamoradas. ¿Quién no llegó a marcar el número de su amor platónico solo para escuchar la voz y después colgar? ¿Quién no ha marcado a algún locutor de radio para pedir y dedicar una canción a ese galán al que no se atreve a decirle que le gusta? ¿Quién no envió una carta de amor anónima en su adolescencia?» La chica que nunca lo hizo durante su etapa de secundaria y bachillerato, que aviente la primera cartera.

Esta señorita entaconada no es la excepción. Les confieso que yo también llegué a hacer bromas telefónicas, dedicar canciones de amor (sin la necesidad de un locutor de por medio), a enviar cartas anónimas y hasta regalos sexies. #quéfuerte! Y no para un amor platónico. ¡Y no lo hice sola! No, no.  Lo hice con una de mis mejores amigas, a quien llamaré Sandra. Y no. No éramos adolescentes, ambas ya teníamos 23 añitos, una carrera profesional terminada, un trabajo y cuentas por pagar. Pero, al fin mujeres locas con almas de niñas… #quépapelón!

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Detox water… ¡un milagro de verdad!

Siempre hay uno nuevo, un proceso de Detox. Sí, chicas. No es una novedad que en las redes sociales, televisión, radio y revistas nos hallemos con nuevos consejos y técnicas para perder peso o ‘desintoxicarnos’. Desde pastillas naturales –que prometen ayudarnos a desintoxicar nuestro organismo- hasta dietas conformadas por jugos bajos en calorías con los que podremos sentirnos y lucir más ligeras y saludables. Sin embargo, como ya les he dicho antes, la mayoría son regímenes de reducción que en ocasiones nos llevan a una cama de hospital. Ploc!

Pero, no todo es malo. En el mundo de dietas y ‘locuras’ para perder peso o desintoxicar el organismo, no todas son dietas fuera de serie y sin fundamento. Existen propuestas que en verdad nos sirven para bien, cuando tenemos el reto de adelgazar un poco o limpiar el organismo.

La más reciente es la detox water, una nueva alternativa que viene de Estados Unidos y que está por todas partes.  Podemos hallarla en blogs, en Facebook, Twitter, Instagram… ¡Es la moda !

Pero, ¿qués es la Detox Water ?

Definitivamente NO se trata de un milagro para delgazar (lamento decepcionarlas). La detox wateres, más bien, agua mineral con trozos de fruta y… Nada más. Cero azúcar, cero edulcolorantes… Fruta y agua. Todo se mezcla y se mete al refrigerador durante unas horas y… ¡Punto !

Así, la detox water, traducida como « el agua que desintoxica » es considerada como una alternativa para remplazar las sodas y los jugos de frutas. Padre, ¿no ?

« El objetivo principal al consumir estas aguas es aportarle al cuerpo frescura, vitaminas y, sobre todo, limpiar nuestro organismo », asegura el doctor Francisco Fonseca, quien recomienda consumirlas a pacientes que tienen problemas digestivos y/o sobrepeso.

 

« Antes ordenar un tratamiento lleno de capsulas o de marcar una dieta estricta, yo recomiendo a mis pacientes limpiar su organismo entre dos o tres días, máximo. Es una buena forma de sanar y dejar al cuerpo descansar », considera el facultativo de la UNAM, a quien por supuesto que le pregunté si es posible perder peso con la detox water.

“Claroooo, peroooo… El peso que perdemos con este tipo de dietas no es grasa, sino agua que recuperamos rápidamente, más si después de los días de desintoxicación no iniciamos un estilo de vida saludable”, fue lo que respondió mi médico, quien me dijo que ladetox waterfunciona como un excelente preámbulo a un régimen para perder peso. ¡Súper!, ¿verdad?

Por ello, si ustedes quieren realizar una dieta de este tipo, chicas, es un « must » que acudan antes a un médico, quien les dirá si su cuerpo está apto para llevar a cabo un régimen de este tipo. Recuerden que es muy peligroso iniciar un régimen de desintoxicación o reducción sin vigilancia médica. Pero, una vez que un profesional lo apruebe, todo cambia.

Debo confesar que cada tres meses yo hago mi «detox water », pero con la aprobación de mi médico, quien me ha permitido que les de algunas de las recetas de este régimen que llevo a cabo durante dos días (no más).

Aquí se las dejo 😉

  1. Agua de limón con menta. (La más eficaz y refrescante).
  2. Agua de durazno. (Deli, deli).
  3. Agua de frutos rojos. (Mi favorita).

Recuerden que deben meter las bebidas al refrigerador y que la bebida conserva sus propiedades durante 24 horas.

Claro que no solo van a consumir aguas de frutas. Es necesario que consuman frutos y verduras crudas para desintoxicar bien su cuerpo y perder un poco de peso. ¿Qué dicen ? ¿Harían esta dieta ? Si es así, mucha suerte. ¡Besos y cerezas !

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Noche de tríos sexuales, música, alcohol y… el chico de la faja reductiva (aïe)

“¿Un trío?… Pfff… Es el sueño de todo hombre”… “Ay, claroooo, yo ya lo hice con dos nenas y la verdad es una experiencia muy, muy rifada”… “Yo lo hice con dos chicos y la verdad no me gustó, pues lo que comenzó como una idea muy hot,terminó como una escena gay… Yo respeto, pero me sentí desplazada cuando vi que los dos tipos con los que me metí comenzaban a besarse y a tocarse”… “Yo no voy a presumir lo que no. Nunca he tenido un trío sexual”… “Yo sí me he acostado con dos mujeres al mismo tiempo y hasta a fiestas de intercambio he acudido. Yo, open mind,open mind”… “No, yo no le entro, ¿qué tal si me cacha mi esposa? ¿Y pa’ qué quieres? ¿Luego dónde duermo?  ¿E irme con la ropa sin planchar al trabajo? Ni madres, mejor hago el amor a la antigüita, solo con mi pareja”… “Ay, yo sí he participado dos veces en un trío. La verdad es una sensación sú-perrrr!!! Te sientes como esos actores que aparecen en las películas fogosas de Golden Choice. Obvio que nunca lo haría con la mujer que elija como futura esposa”.

“Fiesta para más de dos: ¿podrías hacer un trío, intercambio o tener una pareja abierta?”fue el título de un artículo que se hallaba en una de mis revistas favoritas (Cosmopolitan España) lo que detonó tantas frases subidas de tono. Y es que justo cuando comenzaba a leer el artículo, me hallaba en el comedor del trabajo con mis colegas.

Bastó que uno de ellos leyera el título en voz alta –y el primer párrafo del artículo- para que una calurosa discusión acompañada de chistes, risas, bromas y #fuertesdeclaraciones comenzaran a inundar el ambiente de ese sitio en el que consultantes, directivos, managers y periodistas como esta señorita 😉 ,  se dan cita para echar el cafecito, comer o simplemente echar el chisme.

La charla fue interrumpida cuando una colega llamada Nuria entró al comedor convertida hecha un mar de lágrimas. ¿El motivo? Su galán le había pedido el divorcio… De un golpe, el tema de los tríos se terminó. Ploc! Unos cuantos comenzaron a consolar a la chica con consejos, otros se dedicaron a escuchar su triste historia y el resto volvimos a nuestros sitios de trabajo, pues había que preparar un “dossier” muy importante que estamos a días de entregar.

Entre el trabajo, la historia de Nuria y pendientes de la universidad, olvidé el tema. Sin embargo, en la noche, cuando me hallaba en el vestidor del gym para cambiar mi outfit urbano-chic por el de deportista y ponerme a tono con una buena rutina de cardio y pesas, mi iPhone comenzó a sonar. Se trataba de mi amiga Anel, una productora de TV portuguesa que trabaja con nosotros.

“Pal, me quedé con tu revista”, me dijo en francés, con su acento portugués.

“Ah, oui”, le dije.

“¿Tú has tenido alguna vez un trío? ¿O has participado en una orgía?”, fue la frase que disparó sin reparo mi amiga portuguesa.

“Nooooo. Obvio no”, respondí con voz firme y después empecé a carcajearme. Anel no comprendió nada. También rió y después de decirme que me entregaría mi revista en cuanto nos viéramos y desearme una linda noche, se despidió de mí”.

He de confesar que cuando le respondí a Anel me moría de la vergüenza y de ganas de reír. De hecho me dio un ataque de risa cuando colgué el teléfono y me quedé cerca de 10 minutos (es en serio) en los vestidores del gym hasta que se me pasó la risa. Y es que después de ver el título de la revista Cosmopolitan España, después de toda la discusión que dicho tituló detonó y después de la pregunta de Anel, recordé una anécdota que es digna de confesión. Así es, chic@s… Confieso que en una ocasión viví de cerca un trío sexual y casi acabo involucrada… Pero… Afortunadamente me salvé. 

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El viejito de alma negra y su fiesta Swinger… #ploc

“Y un viejo me invita, ‘chica ven a verme’… Y le digo no me caen los viejos raaaabos verdes”…¿Quién no recuerda la canción de Selena? Sí, ‘El chico del apartamento 512’. Sí, chicos. Esa rolita en la que la desaparecida artista contaba que estaba enamoradísima de su vecino, y en la que también cuenta de otros vecinos que la seguían por el edificio, entre ellos, un viejito verde.

¡Ay!, esos viejitos verdes. Digooo, no es por tirarles mala onda, pero… De que los hay, ¡los hay! ¿Si o no que sí? No sé ustedes, pero a mí me han tocado dos que tres señores ya grandes con mentalidad de adolescente que tratan de conquistar chicas… Y bueno… En ocasiones, sus almas no son de adolescentes.  Sino que tienen un alma más negra que mis botas nuevas de rock star.

Confieso que hace unos años –hace seis años para ser exacta- me tocó conocer a uno, al cual al día de hoy, mis amigos cercanos y yo lo recordamos como “El viejito de alma negra”.¡Qué papelón! Pero, chicos, creo que la historia del “viejito de alma negra” merece ser contada, pues fue realmente un episodio fuerte, de terror, embarazoso, ¡de miedo! Pero a la vez (ahora que lo recuerdo) chusco y divertido.

Bien, les cuento:

Hace unos años, además de mi trabajo como periodista en un afamado diario, trabajada como free lance –lo cual nunca he dejado de hacer, me encanta- para una que otra revista de soft news y para una pequeña, pero muy profesional agencia de fotografía publicitaría especializada en temas de moda.

En esa pequeñita y mona agencia de publi también trabajaba como free lance un fotógrafo muy famoso y al cual mi directora creativa de ese entonces, llamaba en ocasiones para que me acompañara a algún evento o coctel, pues la agencia tenía su sitio de Internet en el que se publicaban pequeños artículos sobre el trabajo que se realizaba en la agencia, así como las reuniones y fiestas a las que acudíamos los redactores creativos y diseñadores. También llegábamos a hacer reportajes sobre temas específicos, pues uno de los proyectos que la dueña tenía a futuro era el de crear una revista.

Bien, pues la función del fotógrafo, a quien llamaré “Rolando” era la de tomar las mejores fotos para acompañar mis artículos para el sitio de la agencia.

Puedo decir que Rolando era (y es) un fotógrafo de lujo. Sus excelentes fotos y exposiciones le han dado una fama a escala internacional. Premios, nombramientos, autobiografías, publicadas, todo eso tenía Rolando.Les juro. Y es que realmente es una persona muy reconocida por su talento y trayectoria.

El día que lo conocí me cayó sueperbien. Tan amable, educado, ‘indefenso’… Era como un abuelo de cuento de hadas. Sí, de esos señores tiernos que cuentan historias a sus nietos a la hora de ir a la cama. No, no, no. Un pan de Dior! 

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Labios perfectos bajo el cubre bocas

Hola, mis bellezas. ¡Ya casi es primavera! ¡Qué rico! En estos momentos todo es armonía, felicidad, calorcito, sacamos el vestidito corto…  pero… mientars la primavera llega, aquí en Francia nos seguimos muriendo de frío. ¡Sííí! Y es que si es muy cierto que marzo es un mes delicioso y lleno de armonía, también es cierto que el frío está fuertísimo. Después de todo seguimos en invierno.

Así que, además de cuidarnos de no subir kilitos para lucir perfectas en vestido primaveral, también debemos ocuparnos de nuestra piel en estas fechas. Es muy importante hidratarse, usar cremas “mantequilla” o a la cocoa y no olvidar ninguna parte de nuestro cuerpo. ¡Mucho menos los labios! Pongan mucha atención, cuidemos. No importa si nuestros rostros están cubiertos prácticamente todo el día. El Covid y las barreras del contexto sanitario actual no son pretexto para dejar de cuidarnos.  O.K?

Y si bien es cierto que actualmente ocultamos nuestra sonrisa bajo el cubre bocas, es muy cierto que por nada, nada, nada del mundo debemos descuidar nuestros labios.

Y es que unos labios suaves y tersos siempre son sexis. Y sí, chic@s, ¡no hay pretexto! No importa que haga frío. Siempre tenemos que lucir unos labios lindos, suaves y saludables.

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Amores platónicos… amores eternos

“Todo el día solamente pienso en él, y segura estoy que ya lo ha de saber… Mis amigas juran que esto no es normal, que es un sueño lejos de la realidad. Ando en otro mundo no tengo coco ni para estudiar… Es cuestión de tiempo, ¡yo se que un día tú mío serás!”…

Aunque lo parece, no se trata de una declaración de amor… Buenooo, casi… Es una canción. “Corazón” es el título. #laniñacursi Si reconocen la letra es porque conocieron a la cantante mexicana Lynda. Una chica espigada, de cabellos largos  y voz lindísima que arrasaba con su fama y su música cuando yo era adolescente y comenzaba el bachillerato.

La Pal de ese entonces no usaba tacones de 12 centímetros de altura. Mucho menos tacones de Animal Print. Más bien usaba Convers… Tampoco se alaciaba el cabello. ¡No! Tampoco pesaba 48 kilos. Más bien era llenita, llenita y nunca faltaba a sus clases. Era una alumna ejemplar y se traumaba si no sacaba 10 en alguna materia.

Sí. Perfeccionista con la escuela (y hay cosas que conservo. ¡Muchas! Me sigo traumando cuando algo no me sale bien. Creo que soy muy exigente conmigo misma) y ¡supertímida! Oh my Dior! #fuertesdeclaraciones

Tan, pero tan tímida que solo tenía dos amigas: Daysi y Anahí. Ambas superdelgadas y blancas, blancas, como la leche.

Daysi, Anahí y yo éramos inseparables. Desde el primer día de clases, comencé a hablar con ellas y ambas se volvieron mis amigas entrañables (aún guardo contacto con ambas y las quiero muchísimo, pese a que cada una de nosotras vive en un país diferente y no hablemos diario).

Aunque también eran tímidas, mis dos amigas hablaban un poquito más con el resto de nuestro grupo de primer semestre de bachillerato. Digo, ellas se saludaban con algunas personas (eso ya era ganancia porque yo… ni eso. ¡Les juroooo! ¡Yo era tan tímida que no me atrevía a saludar a nadie aparte de Daysi y Anahí… OK, sí, a los profesores. Esos sí, todos me conocían. Ploc!).

Pues esta chaparrita de 1.62 m y 48 kilos… ¡No! En serio. Yo no hablaba con nadie, aparte de los profesores, Daysi y Anahí… Ellas eran mis confidentes, mis consejeras, mis compañeras. Mi confianza la depositaba en ellas. Les contaba todo. Ellas fueron (claro) las primeras en saber que yo me moría por un chico de sexto semestre, a quién llamaré ‘Arturo Torres’.

Bueno, pues Arturo Torres era lo contrario a Paloma López. Alto, delgado, malísimo estudiante (muy inteligente, pero la escuela le valía), jugador de futbol americano y sociable. Sí. Arturo Torres siempre estaba rodeado de amigas y amigos. Se vestía súper chic (para mi gusto) y usaba el cabello largo. ¡Cuando lo vi por primera vez me volví loquita!

“No es tan guapo, pero tiene un no sé qué”, fue lo que les dije a mis amigas la primera vez que me atreví a señalárselos y a confesarles que me gustaba alguien de la escuela.

“No es tan guapo, pero tiene un no-sé-qué. Y me pongo roja si me llega a ver… Siempre me aparezco por casualidad donde me diga que tú vas a estar”, comenzó a cantar mi amiga Daysi.

  • ¡Cierto! Es arase está en una estrofa de la canción de Lynda- dije mientras sentía como se teñían de rojo mis mejillas.

“¡Ay, ya, Paloma, vamos a hablarle!”, era lo que siempre me decía mi amiga Daysi, la menos tímida de todas, cada que veíamos a quien desde ese día le pusimos como sobre nombre “el guapo”.

Y es que desde el día de mi confesión, Ni mis amigas ni yo dejamos de seguirlo con la mirada. Cada que teníamos un descanso entre clases nos íbamos a parar al patio, justo frente a la jardinera en al que él y sus amigos se la pasaba casi toooda la tarde. ¡Diario! #balconazo #sinperdóndeDior

Era ya un ritual. Así. Les juro. Hora de break y “vamos a ver al guapo” era la frase que si no salía de la boca de Ana, salía de la de Day o de la mía.

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Hora de adelgazar y ponernos sexis en el Centro Comercial

Las fiestas se aproximan, chicas guapas… Opppsss, dije “chicas”. Ustedes disculparán, chicos sexis, pero en esta ocasión, este post es enfocado más a nosotras, adictas al gym y a las compras… Aunque, no dejen de leer ustedes tampoco, pues sé que son atléticos, les encanta cuidarse e ir de compras… ¡No lo nieguen! Pues con estilo se nace.

En fin, chicas (y chicos que ya están en este párrafo y que espero continúen hasta el final del post 😉  ) espero que hayan tenido un fin de semana hiperincre, ¡y es que ya es diciembre! Yes!!! Fiesta,  reflexión, amor, regalitos, unión… Y comida… ¡Aunque lo nieguen!

Y claro que este mes una que otra de ustedes comienza a faltar al gym a causa del shopping y las saliditas para preparar detallitos, regalos, dulcecitos… Pffff… La hora del gym es remplazada por “la hora del centro comercial”. Oh my Dior!!!

Pero… No se preocupen, chicas. El día de hoy, precisamente les doy unos tips para que quemen calorías en estas saliditas de shopping navideño.

Let’s go!!!:

 

  1. Si van al centro comercial, antes de comprar, rodeen tooooda la tienda. ¡Sí! Área de corsetería, muebles, dulces, ¡zapatos!, deportes, viajes, accesorios, maquillaje… Recorran toooda la tienda y quemarán muchas calorías. Eso sí, les recomiendo que usen flats, pues con tacones van a sufrir.

Además de quemar calorías, encontrarán muchas cosas lindas para comprar 😉

 

  1. Prohibido comprar en línea. Si van a comprar dos horas, que sea en un sitio público. Mover los dedos y manipular el teclado de nuestras adoradas Apple no cuenta como ejercicio, a menos que lo hagan desde la sesión de cardio. Sí, en el gimnasio.

 

  1. ¡A cargar pesado! Sí, chicas. Las compras que pesen más, háganlas primero, así, su recorrido lo harán con peso. Esta es una buena forma de quemar calorías y fortalecer los brazos. Yes! Y otro tip: si van acompañadas, carguen las compras de sus amigas, así quemarán aún más calorías.

 

  1. Estaciónense lejos, ¡muyyy lejos! Dejen el carro de chica Bond lo más retirado que puedan del centro comercial. Así tendrán que caminar mucho, mucho más.

 

  1. ¡A subir escaleras, órale! Sí, nada de flojeritis. Dejen las escaleras eléctricas y los ascensores de las tiendas para otras personas. Nuestra misión de mantenernos guapas y estilosas, incluye subir escaleras.

 

  1. ¡Ejercicios en el probador! Jejeje… Les juro que lo he hecho. ¡Y las reto! Cada que se prueben una prenda hagan 5 sentadillas. ¿Se atreven?

 

  1. Caminen derechitas, como las modelos. El secreto es caminar como si quisieran alcanzar el techo con sus cabezas. Mantengan la espalda recta y aprieten el abdomen. ¡Les juro que fortalecen abdos y espalda!

Bien, bellezas. ¡Ya no hay pretexto para no ponerse en forma cuando el shopping remplaza al gym. Sigan estos consejitos y verán que el Guadalupe-Reyes no podrá con ustedes. ¡No olviden su botella de agua de magnesio!

Asuman el reto y cuéntenme cómo les fue. Les envío muchos besos y cerezas. ¡Muack!

 

paloma@conestilo.life

@conestilolife

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Brazos firmes y femeninos, ¡ya!

 

Hola, mis bellezas. ¿Cómo están? ¡Es la primera semana de febrero. ¡Qué rico! Mes de enamorados y de clima loco. Sin embargo, uno de los más bonitos. Y claro, el segundo de un año que ha comenzado padrísimo y en el que pese al invierno, hay días en los que comienza a hacer calorcito rico y… por tanto, comenzamos a pensar en marzo y a cómo vamos a lucir para la primavera. ¡Muy sexys! ¿Sí o no que sí?

Y bueno, si bien es importante lucir un abdomen plano, pompas firmes y redondas, piernas padrísimas y un rostro cuidado para lucir un lindo vestido, nuestros jeans favoritos y hasta la t-shirt con la que lavamos el carro, déjenme decirles que esas no son las únicas partes a las que debemos poner atención a la hora de ejercitarnos. Existe una parte del cuerpo que es importantísima a cuidar y tonificar, pues es una de las partes que nos hacen lucir superfemeninas y guapas… Y una en las que los galanes también se fijan (muchísimo): les hablo de los brazos, bellezas.

Y es que no basta con tener unos brazos largos y delgados, sino unos lindos, femeninos, firmes y tonificados brazos… ¿Lucen supersexis! ¡Les juro! Y es que, admitámoslo, chicas, unos brazos con grasita colgando o unos brazos que no aguantan la llamada ‘prueba del salero’, simplemente no se ven muy bonitos que digamos… Y menos si usamos un vestido o blusa sin mangas.

Por eso, chicas, los les revelo cuales son mis cinco secretos para lucir unos brazos firmes, sin grasa, delgados y tonificados. Créanme que es más fácil de lo que creen. No necesitan una rutina a muerte como la de la guapísima Madonna.

¡Aquí van!:

 

  1. Comer proteínas y dejar a un lado la sal. Las carnes magras como el pescado, pollo y avestruz; así como el yogur, los quesos sin grasa y las almendras son una fuente de proteína que nos ayudan a mantener músculos saludables, firmes y libres de grasa. Olviden los carbohidratos, así como de los alimentos con mucha sal y consuman proteína, es el primer paso para comenzar a formar esos brazos que tanto desean.

 

  1. Colágeno. ¡NO es broma! Es una regla nocturna consumir una cápsula de colágeno todas las noches. Confieso que yo lo hago. Me ayuda a conservar la elasticidad y suavidad de mi piel. Obvio, mis brazos se mantienen firmes. Nada de flacidez.

 

  1. ¡A ponerse los guantes de box! Así como me ven superfemenina y buena ondita, no solo ejercito mis brazos en el gym con una barra y mancuernas, chicas. Dos veces por semana tomo una hora de box. Si no es para pelear, me sirve mucho para endurecer mis brazos, antebrazos y formar bonitos hombros. Y es que, ¿q quién le gusta lucir unos hombros caídos y sin forma? ¡A nadie! Si tienen oportunidad, no lo duden, chicas y pidan a su entrenador que les ponga una rutina basada en esta práctica deportiva que además es muy sexy y en la que pierden muchísimas calorías. Además de mantenerse delgadas y tonificar sus brazos, se van a divertir mucho. Y si tienen un coach buena ondita, pero estricto, ¡mucho más!

 

 

  1. ¡A nadar! Creo que les he recomendado hasta el cansancio este deporte. Y es que además de ser uno de mis consentidos, les juro que es el que les da resultados inmediatos. Si nadan tres veces por semana (sesiones de una hora) les juro que en dos semanas verán resultados. Además de que estarán relajadas, contentas, más delgadas y también tonificarán la espalda para lucir como diosas en vestido halter. Ufff!!!

 

  1. ¡Ejercicios compuestos! Les juro que tendrán muy buenos resultados. Un poco de remo en el gym (yo me aviento 20 minutos con una resistencia considerable), extensiones de codo en polea o curl de bíceps con mancuernas, push ups (para trabajar también tríceps y bíceps de buena forma). Para todos los casos, la clave siempre será la intensidad y si consigo hacer entre 8 y 15 repeticiones con un esfuerzo muy ajustado, probablemente en el tiempo pueda percibir las adaptaciones anatómicas que trae el ejercicio.

 

¿Miedo a formar brazos de hombre? Chic@s, ¡para nada! Nuestras hormonas son distintas a las de ‘ellos’, así que es imposible que sus brazos o espalda se ensanchen. ¡Eso es un mito! Al ejercitarse y alimentarse bien lo que lograrán es lucir unos brazos muy sexis y ¡una figura de infarto! Me cuentan cómo les fue. ¡Besos y cerezas! ¡Muackkk!

@palomalopez.life

 

 

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