Posts Tagged ‘Paris’

El ingrediente secreto de las francesas que están a dieta

Hola, chicas. ¿Cómo van? Estamos comenzando la semana y seguramente muchas de ustedes hacen una dieta de reducción para perder esos kilos extra o para poder pecar sin culpa el próximo fin de semana. O para quemar esos cócteles pecadores del infierno. 

Sea el caso que sea, cuando hacemos dieta de reducción (sobre todo cuando es muy estricta) nos morimos por comer algo dulce. Y es que, ¿a quién le gusta comer ensalada verde sin un toque que le de magia para deleitar al paladar? (Al menos, a mí no). 

Continue Reading

0 Comments

¿Cabello de estropajo? Tips infalibles para repararlo

Sol, arena, mar, piscina, sitios exóticos, vacaciones, paseos prolongados, bañadores sexis, bronceador, operación bikini, cuerpo perfecto… Yeahhh!!! Todos esos planes, esa operación bikini comenzaba en primavera. Las dietas, las arduas rutinas en el gym, los rituales de belleza para el cabello tras la piscina, los tratamientos y una centena de etcéteras se han convertido en solo un recuerdo a causa del contexto que vivimos actualmente. ¿En recuerdo? Sí, para muchos… Pero NO para otros, eh!

Recordemos que el mundo es de los audaces, quienes nos las arreglamos para poder vivir una vida más o menos normal. Sí, sí, con todas las medidas d ehigiene y la sana distancia. En fin. Seguimos cuidándonos, saliendo a hacer ejercicio y a hacer homenaje al cuerpo, que es el único que vamos a tener toda la vida. En serio, aplausos para la gente que se sigue cuidando y haciendo ejercicio en estos tiempos donde el acceso al gym y a las piscinas es casi nulo.

Debo confesar que soy afortunada y en mi viaje de trabajo en Marbella, España pude disfrutar de tres días de unas buenas rutinas en la piscina.  La gente encargada del lugar, puro majo. Disfruté mucho, les juro, las sesiones de piscina le hicieron muy bien a mi cuerpo…

Pero… ¿Y el cabello? Aïe, aïe, aïe… Sabemos que con la transpiración del ejercicio, el cloro de la alberca y la contaminación… Uy… Si no lo cuidamos se convirte en un estropajo o a lo más parecido a una escoba vieja… ¿Les ha pasado? De todo corazón espero que no. Y es que les confieso que a mí me pasó…

Actualmente, pese a que no voy tanto a nadar, trato de hacer ejercicio en casa… Cardio, cardio (bici, bici)… y claro que transpiro… Y si a eso le sumamos los viajes de trabajo como el de España en el que hay oportunidad de estar horas en la alberca y broncearse… Uy… una delicia… pero la factura es grande.

Y es que, les repito, la piscina contiene agua llena de cloros y agentes de limpieza de todo tipo… que si para desinfectar el agua, que si para matar al Covid, que si para que el agua se vea azul y bonita… ¡Imaginen por todo lo que pasa mi larrrrrgooo cabello! Ha habido días en los que al mirarme al espejo quisiera encontrar una crema mágica que acabe con lo esponjoso y seco de mi larga melena. Es más, quisiera que apareciera un estilista y lo cortara… Pero luego digo “¡Nooo!” Está bien que consuma cantidades industriales de shampoo y tratamientos, pero por el momento quiero seguir disfrutando de mi cabello largo (ya después, Dior dirá), así que lo que hago es seguir los 5 tips franceses para repararlo. Sí, cinco tips que los expertos de Frank Provost, una d elas cadenas de estética más famosas de Francia (les presumo que yo voy a la de París, cerca de la Opéra o a la que se halla en la ciudad de Cannes) me pasaron para reparar mi adorada melena. Aquí se los comparto:

  1. Mascarilla para el cabello. Pueden encontrarla en cualquier tienda de belleza especializada (para las lectoras que viven en el DF, el Centro Histórico es la opción) o en su centro de imagen o estética preferida. Son cremas con ingredientes naturales que hidratan nuestras melenas. Elijan una de marca profesional como L’Oréal Haute Expertise (que no es el del centro comercial, sino el que venden en tiendas especializadas) o alguna otra francesa. Yo uso una marca que se llama KERA Science Professional: “Ultra Repair”. Si tienen la fortuna de encontrarla en México, con su estilista, no lo duden y cómprenla. Les facilitará muchísimo la vida. Si no, opten por la que les recomiende su estilista o asesor de belleza. El tema es que dos veces por semana tienen que colocarla en todo el largo del cabello (bien limpio). La dejan toda la noche. ¡Sí! Así duermen. A la mañana siguiente, laven su cabello y verán la diferencia. Les juro. ¡Es magia! Sus cabelleras estarán suaves y poco a poco verán que recuperan su textura. Y por favor. ¡No se laven diario el cabello! Dos veces por semana. Maximo tres. Y basta.
  2. Crema para peinar de aguacate. Cuando nado, yo uso la marca Franck Provost, para cabello extra seco. Esta crema contiene aceite de aguacate y mantequilla de karité. Una delicia. Si no encuentran la misma en México, compren una crema para peinar de la marca de su elección, PARA CABELLO SECO o MALTRATADO. Todo funciona, solo hay que ser constantes, es como cuando hacemos una dieta. Apliquen la crema tras la ducha y peinen. ¡No usen la plancha para el cabello cuando usen la crema para peinar! Recuerden que la crema hidrata y humedece el cabello… Si lo planchan, lo van a dejar como chicharrón :S
  3. Corten las puntas.¡Sí, queridas! Ni modo. Solo que no se pasen. Que sean solo las puntas. Les ayudará a eliminar esos cabellos abiertos, a quitarle peso a la melena y por tanto, se verá más armoniosa. Eso sí, no se me vayan a desesperar y vayan a cortar un gran tramo. Recuerden que lo estamos reparando.
  4. Aceite de Argán, “le top”.Esta maravilla les va a ayudar muchísimo a la hora de transformar esa escoba en la que se ha convertido su cabello en una melena de envidia. Este tesoro natural es uno de los favoritos de los estilistas, pues suaviza el cabello, lo repara y lo protege. Es perfecto para restaurar las melenas arruinadas por exceso de contacto con el agua de piscina, de mar, exceso de tintes y productos para peinar.Úsenlo dos veces por semana y déjenlo actuar por las noches. NI SE LES OCURRA USARLO DE DÍA. Pues es UN ACEITE y al hacer contacto con el sol… Pummm!!! Se les quemaría el cabello. Es como cuando ponen aceite en una sartén. ¿Qué pasa al ponerlo a la lumbre durante mucho tiempo? Se quema. Así ocurre si untamos aceite en el cabello y salimos a pasearnos, muy lindas al sol. Así que aplíquenlo por las noches, chicas. No más de dos veces por semana.
  5. .¡No usen la plancha ni la rizadora! En serio. Dejen al cabello descansar durante un rato de esas dos herramientas de tortura. Planchar el cabello es, como lo dice Ludovine, mi estilista de Provost, “pasarle una plancha para la ropa, pese a las promesas de iones y alta tecnología”…Dejen la plancha para ocasiones especiales. Un evento importantísimo del trabajo, una cena con el galán, una fiesta de gala… Además, lucir natural es lo más chic. ¡Es lo de hoy! ¡Como las parisinas!

Chicas: estoy segura que estos tips les ayudarán a salvar su cabello. Sean constantes. Me cuentan cómo les fue. ¡Besos y cerezas! 🍒🍒 ¡Y que siga la fiesta en Marbella! (Con sana distancia) ¡Muack!

pal@paloma.life

@palomalopez.life

0 Comments

La niña de fuego… en realidad era de cristal

No más terrazas para echar el drink, ¿museos? Tampoco… ¿Salas de cine? Ni soñando. Ni siquiera las salitas de sillones rojos e incómodos con pantallitas retros de las que me quejaba tanto… ¡No, señores!… El Covid-19 ha puesto on hold a la vida cultural y social.

Ahora el bar es en casa, las recetas del sitio Marmiton, el Termomix, la bendición de Dior y mi sazón han sustituido a mis chefs favoritos de los restaurantes franceses en los que me deleitaba los fines de semana…

Ver una peli en casa se ha vuelto una actividad tan cotidiana que en un momento dado se convierte en una acción más agria que beber un jugo de toronja por la mañana… Las salidas entre amigos se han ido por el retrete. La incertidumbre se ríe de todos y se frota las manos… Debemos permanecer en casa. En casa. En casa para cuidarnos del virus. El orgasmo del día, señores,  es salir a la oficina. El único sitio en el que se puede socializar un poco en París, la ciudad más bella del mundo, la ciudad que actualmente deprime y llora la ausencia de mundo.

Sin embargo, los que aún tenemos capacidad de asombro, los que queremos vivir pese al Covid, seguimos haciendo de París una ciudad mágica. Seguimos honrando a la vida consintiéndola con ideas que también son mágicas.

Transformamos la casa en bar (los viernes por la noche suelo vestirme como para una cita e improviso el bar en casa, o el restaurante… a veces hasta en teatro… ),  en  cabaret, en gimnasio, en ¡cine! Sí, en cine…

Hace unos días transformamos precisamente uns parte de la casa en sala de cine de arte… No es difícil hacerlo en un gran apartamento estilo haussmanniano que tiene rinconcitos que parecen escenarios de película de Pedro Almódovar…. Fue el cuarto de planchado llamado también «el cuarto de Linda” (la señora  portuguesa que viene cada miércoles a hacer el quehacer y planchar a la casa) el que se convirtió en una sala de cine. Asientos incómodos en color rojo, pantalla retro, olor a recuerdos… Palomitas de olla y sodas en lata era lo que ofertaba la modesta dulcería que improvisamos en la chimenea del “cuarto de Linda”.

Aunque pudiese parecer extraño, el sitio me volvió loquita. La emoción y el asombro recorrieron todo mi ser. Me sentía atrapada en el pasado.

El olor a palomitas me hicieron recordar mi niñez, cuando Mi Papá me llevaba al cine y yo siempre me quedaba dormida o lloraba porque me aburría (cuando no tiraba todas las palomitas para después llorar con el objetivo de obtener otro paquete).

Sin embargo, aquel escenario viejo, semi vacío y con olor a ropa limpia perdió el protagonismo cuando las luces se apagaron. Los 10 minutos de publicidad pasaron y el filme comenzó. “La niña de fuego”, una película española de Carlos Vermut era la oferta que acudí a ver esa noche de martes.Ver la aquel drama al que Pedro Almodóvar describió como “La revelación española del siglo”y que fue aclamada en el último festival de Cannes, me emocionaba más que mis botas con punta de “ojo de pescado” en color rojo  Calvin Klein que portaba esa noche (y que causaron sensación y envidia de las mujeres que se toparon conmigo en Boulevard Haussmann).

Bien. No voy a contarles toooodala trama esta deliciosa película que se estrenó en 2014 en su país de origen y que en 2016 formó parte del festival de cine de arte extranjero en Francia. Sin embargo, para nos ser egoísta, voy a darles una probadita.

Luis (Luis Bermejo) es un profesor de literatura (culto, con muchos principios y una educación envidiable). Luis está desempleado y ha cambiado el traje de profesor respetable y pulcro por bermudas, huaraches y barba descuidada.

Su hija de 12 años, Alicia (Lucía Pollán) tiene cáncer terminal. El sueño de la pequeña es tener el vestido oficial (de diseñador) y la varita mágica (también de diseñador) de la serie japonesa de dibujos animados «Mágical Girl Yukiko”. El elevado precio de ambos accesorios (27 mil euros) llevaría a Luis a hacer cosas inimaginables por cumplir el deseo de su pequeña.

Cuando el catedrático está a punto de robar una joyería; por azares del destino conoce a Bárbara (Barbara Leni), una mujer realmente hermosa, blanca y de larga cabellera, imponente, de mirada penetrante, caminar elegante (digno de una pantera negra) y cuerpo de diosa.

Continue Reading
0 Comments

Noche de tríos sexuales, música, alcohol y… el chico de la faja reductiva (aïe)

“¿Un trío?… Pfff… Es el sueño de todo hombre”… “Ay, claroooo, yo ya lo hice con dos nenas y la verdad es una experiencia muy, muy rifada”… “Yo lo hice con dos chicos y la verdad no me gustó, pues lo que comenzó como una idea muy hot,terminó como una escena gay… Yo respeto, pero me sentí desplazada cuando vi que los dos tipos con los que me metí comenzaban a besarse y a tocarse”… “Yo no voy a presumir lo que no. Nunca he tenido un trío sexual”… “Yo sí me he acostado con dos mujeres al mismo tiempo y hasta a fiestas de intercambio he acudido. Yo, open mind,open mind”… “No, yo no le entro, ¿qué tal si me cacha mi esposa? ¿Y pa’ qué quieres? ¿Luego dónde duermo?  ¿E irme con la ropa sin planchar al trabajo? Ni madres, mejor hago el amor a la antigüita, solo con mi pareja”… “Ay, yo sí he participado dos veces en un trío. La verdad es una sensación sú-perrrr!!! Te sientes como esos actores que aparecen en las películas fogosas de Golden Choice. Obvio que nunca lo haría con la mujer que elija como futura esposa”.

“Fiesta para más de dos: ¿podrías hacer un trío, intercambio o tener una pareja abierta?”fue el título de un artículo que se hallaba en una de mis revistas favoritas (Cosmopolitan España) lo que detonó tantas frases subidas de tono. Y es que justo cuando comenzaba a leer el artículo, me hallaba en el comedor del trabajo con mis colegas.

Bastó que uno de ellos leyera el título en voz alta –y el primer párrafo del artículo- para que una calurosa discusión acompañada de chistes, risas, bromas y #fuertesdeclaraciones comenzaran a inundar el ambiente de ese sitio en el que consultantes, directivos, managers y periodistas como esta señorita 😉 ,  se dan cita para echar el cafecito, comer o simplemente echar el chisme.

La charla fue interrumpida cuando una colega llamada Nuria entró al comedor convertida hecha un mar de lágrimas. ¿El motivo? Su galán le había pedido el divorcio… De un golpe, el tema de los tríos se terminó. Ploc! Unos cuantos comenzaron a consolar a la chica con consejos, otros se dedicaron a escuchar su triste historia y el resto volvimos a nuestros sitios de trabajo, pues había que preparar un “dossier” muy importante que estamos a días de entregar.

Entre el trabajo, la historia de Nuria y pendientes de la universidad, olvidé el tema. Sin embargo, en la noche, cuando me hallaba en el vestidor del gym para cambiar mi outfit urbano-chic por el de deportista y ponerme a tono con una buena rutina de cardio y pesas, mi iPhone comenzó a sonar. Se trataba de mi amiga Anel, una productora de TV portuguesa que trabaja con nosotros.

“Pal, me quedé con tu revista”, me dijo en francés, con su acento portugués.

“Ah, oui”, le dije.

“¿Tú has tenido alguna vez un trío? ¿O has participado en una orgía?”, fue la frase que disparó sin reparo mi amiga portuguesa.

“Nooooo. Obvio no”, respondí con voz firme y después empecé a carcajearme. Anel no comprendió nada. También rió y después de decirme que me entregaría mi revista en cuanto nos viéramos y desearme una linda noche, se despidió de mí”.

He de confesar que cuando le respondí a Anel me moría de la vergüenza y de ganas de reír. De hecho me dio un ataque de risa cuando colgué el teléfono y me quedé cerca de 10 minutos (es en serio) en los vestidores del gym hasta que se me pasó la risa. Y es que después de ver el título de la revista Cosmopolitan España, después de toda la discusión que dicho tituló detonó y después de la pregunta de Anel, recordé una anécdota que es digna de confesión. Así es, chic@s… Confieso que en una ocasión viví de cerca un trío sexual y casi acabo involucrada… Pero… Afortunadamente me salvé. 

Continue Reading
0 Comments