¡Luces, cámara, acción! La mexicana que divide su vida entre Tierra Azteca y Francia entra en escena. Cabello liso e impecable, maquillaje natural, pero ad hoc para la ocasión, taconazos de 10 centímetros de altura (o más), ‘outfit’ a la línea. Ufff!!!
Son las 8 de la mañana y ya va en camino a la Universidad en la que realiza un Master para especializarse y cumplir otra meta (y sueño). Terminan las clases y corre al trabajo (sí, ¡en tacones!, y no es literal, ¡es real!) donde cumple al pie de la letra con su deber después de todo, es ella la que debe adaptarse al país extranjero en el que vive, y no al revés). Sale del trabajo y corre al gym, donde cambia los tacones por tenis (#bendito), usa la hora de cardio para estudiar un poco y la otra hora para nadar (ama nadar) o realizar la rutina que su coach le ha marcado al pie de la letra…